Uno de los aspectos más importantes para el correcto desarrollo de una persona es, sin duda, su economía. Las finanzas suelen ser una herramienta que, aunque no es determinante para alcanzar la felicidad, sí que ayuda a encontrar una estabilidad que permite vivir una vida cómoda y en paz. Pero ¿qué sucede cuando una persona es privada de sus ingresos económicos? ¿Se hablaría de violencia económica?

A pesar de ser uno de los tipos de abuso menos conocidos, la violencia económica es tan común como otros tipos de agresiones que día a día registran cifras alarmantes en diferentes países del mundo.

Las consecuencias psicológicas y emocionales que este tipo de abuso puede causar en las víctimas, son tan fuertes como los que puede llegar a desarrollar una persona que haya sufrido de abuso sexual o físico.

Por esta razón, es importante conocerlo y saber cómo identificar este sigiloso tipo de abuso que puede llegar a controlar por completo la vida de una persona.

¿Qué es la violencia económica?

La violencia económica es el tipo de abuso en el que una persona pierde a la fuerza su autonomía financiera, aun cuando tenga un empleo independiente y reciba una buena remuneración por su trabajo.

En pocas palabras, ocurre cuando una persona toma el control de las finanzas de otra, por supuesto sin su consentimiento. Esto incluye no tener acceso a las finanzas familiares y no saber sobre ellas, tomar su dinero sin su permiso, solicitar recibos para validar sus gastos, esperar que pague por todo, etc.

A pesar de ser un tipo de abuso muy poco conocido, la realidad es que se encuentra bastante extendido y hoy en día puede verse sobre todo en relaciones maritales y/o familiares.

¿Cómo detectar un caso de violencia económica?

La violencia económica, a pesar de ser difícil de detectar debido a que la mayoría de las veces se desarrolla en un ambiente privado y familiar, posee ciertas características y conductas que pueden facilitar la tarea de identificar un posible caso en el que se esté privando a una persona de su autonomía financiera.

Algunas de las pistas que pueden indicar la presencia de violencia económica, pueden ser las siguientes:

• Control financiero impuesto por la fuerza a una persona.
• Mayor supervisión del presupuesto personal de un individuo por parte de otro.
• Dependencia financiera forzada.

Además, se puede hablar de violencia económica en los casos en los que una persona está obligada a pagar altas cantidades de dinero o gastos que no le corresponden, cuando se le limita el acceso a sus tarjetas de débito o crédito, e incluso cuando se priva a una persona de sus necesidades básicas, como alimentos, medicinas, etc.

¿Cuáles son las consecuencias que puede causar la violencia económica?

Tal como ocurre con los otros tipos de abuso que se registran en el mundo, como por ejemplo el abuso sexual, físico, verbal, entre otros, la violencia económica también puede causar graves consecuencias en las víctimas, quienes pueden incluso desarrollar problemas que afectan directamente su salud integral.

Algunas de las consecuencias de la violencia económica son las siguientes:

• Incapacidad para alejarse de la situación de violencia. Por lo general, las víctimas de violencia económica, al no tener independencia financiera, se les complica el hecho de alejarse de la situación de violencia por temor a quedarse sin recursos.
• Problemas de depresión y estrés. El hecho de sentirse bajo un yugo que le impide satisfacer cualquier gusto con el dinero que esa misma persona produce, a menudo la llevará a presentar altos niveles de estrés y estados de depresión que pueden ser muy riesgosos.
• Escalada de violencia. La mayoría de los casos de violencia económica, sobre todo cuando se presentan en parejas sentimentales, corren el peligro de escalar a otros tipos de violencia, como por ejemplo la violencia física. De hecho, hay muchos estudios que indican que gran parte de las víctimas de violencia física por parte de su cónyuge, también sufren de violencia económica.
• Aislamiento social forzado. Al no contar con un ingreso financiero propio y ser controlados por otra persona, las víctimas de violencia económica a menudo se aíslan de salidas con amigos o familiares.

Cada una de estas consecuencias pueden causar en la víctima graves problemas de salud emocional, los cuales afectarán la forma en que desarrollan su vida social y profesional, llegando incluso a afectar su creatividad y productividad.

Violencia económica en Latinoamérica

Según la Entidad de la ONU para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer, mejor conocida como ONU Mujeres, Latinoamérica es la región más peligrosa del mundo para las mujeres, registrando cifras alarmantes de violencia física, verbal, psicológica y económica en países como México, Colombia, Argentina y Venezuela.

La cultura machista que se registra en la gran mayoría de los países latinoamericanos ha hecho que esta región del mundo sea uno de los lugares en los que se registran mayor cantidad de casos de violencia económica hacia la mujer.

En el caso de Venezuela, por ejemplo, durante el año 2020 se registró un incremento del 80% en las llamadas a las líneas de emergencia por violencia de género.

Según Ofelia Álvarez, directora general de la Fundación para la Prevención de la Violencia Doméstica contra la Mujer en Venezuela, la pérdida de empleo causada por la pandemia ha hecho que entre las denuncias por violencia de género en el país, las de violencia económica y patrimonial han sido las que más han aumentado.

Por otro lado, en Argentina el panorama es muy parecido. Durante el confinamiento por la pandemia de Covid-19, las llamadas a las líneas de violencia de género crecieron un 40%. Solo la línea nacional 144 recibió un total de 2304 denuncias por casos de violencia económica entre los meses de marzo y junio de 2020.

En el caso de Colombia, este país señala la violencia económica en la Ley 1257, en donde se establece este tipo de abuso como “cualquier acción u omisión orientada al abuso económico, el control abusivo de las finanzas, recompensas o castigos monetarios a las mujeres por razón de su condición social, económica o política”.

Según información de las autoridades colombianas, entre los meses de marzo y julio de 2020, la línea 123 recibió un total de 152 llamadas por casos de violencia económica, mientras que la Línea Púrpura registró un total de 1616 denuncias por el mismo tipo de abuso.

México, por otro lado, a pesar de ser uno de los países más violentos para las mujeres, registrando un promedio de 2 feminicidios por día, no cuenta con cifras oficiales sobre la violencia económica.

Sin embargo, a través de datos obtenidos de la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) realizada en 2016, en este país más del 66% de las mujeres han denunciado haber sido víctima de algún tipo de violencia en su vida, de las cuales un 29% se refirió específicamente a la violencia económica.

¿Qué hacer ante un caso de violencia económica?

Como ocurre con todos los tipos de abuso en el mundo, para contribuir con la prevención de los casos de violencia económica es importante denunciar ante las autoridades de cada país, los casos en los que una persona esté siendo restringida de sus finanzas.

Para esto, cada país cuenta con líneas de atención telefónica para atender casos de violencia de género. A continuación te mencionamos algunos de ellos:

• Argentina: Línea 144
• Chile: Fono 1455
• Colombia: Línea Púrpura 018000112137 / WhatsApp: 3007551846 / lpurpura@sdmujer.gov.co 
• Ecuador: Línea 1800-ATULADO (2885263)
• México: Línea Mujeres 55 5658 1111, opción 3
• Perú: Línea 100
• Venezuela: 0-800 MUJERES (0-800-6853737) / inamujer@minmujer.gob.ve 

Ante un caso de abuso sexual, verbal, psicológico o de violencia económica, en el que puede estar en juego la salud y el bienestar de la víctima, no hay cabida para el miedo.

La denuncia es siempre la decisión correcta tanto para salvar a la víctima de un destino que puede incluso llevarla a la muerte, como para que el abusador reciba las sanciones que establezca la ley, según el tipo de violencia y los daños que haya causado.