Para cualquier estudiante, especialmente aquellos que tienen que mudarse a otra ciudad, el ahorro puede suponer un problema bastante grande en su día a día. Sin embargo, esto no es tan difícil como parece, ya que con algo de planificación se puede conseguir organizar todos los gastos e ingresos de manera que no se pase nunca apuro a la hora de pagar cualquier cosa.

Será muy importante tener en cuenta el presupuesto con el que cuenta cada estudiante: ingresos por trabajo, o recibido de familiares, e incluso algunos ahorros que tenga del pasado.

PLANIFICAR:  INGRESOS – GASTOS

A raíz de dicho presupuesto, se podrá calcular cuánto dinero se puede gastar realmente en distintos elementos, empezando por lo imprescindible, y así poder ahorrar en tus facturas (electricidad, Internet, etc). Puede darse el caso de que se deba reducir estos gastos, teniendo que renunciar a salidas o caprichos de forma que nunca se tenga problemas de falta de dinero.

El ocio probablemente sea lo primero que salga perjudicado, y eso será algo que se debe tener muy en cuenta siendo estudiante. En caso de no querer prescindir de determinados placeres, se puede recurrir a buscar un trabajo de manera que se generen más ingresos y aumenten las posibilidades de poder gastar más que lo meramente necesario.

CONTROLAR LOS GASTOS FIJOS Y LOS VARIABLES

Otro de los pasos más importantes para poder ahorrar siendo estudiante en tus facturas y contratar el internet más económico, es encontrar un sitio donde guardar el dinero. Y el mejor lugar es, sin duda, un banco. Para ello, será fundamental abrirse una cuenta y obtener posteriormente una tarjeta de crédito o de débito con la que se pueda acceder fácilmente al dinero que se va acumulando. Ambas son dos buenas opciones pero que sin embargo tienen unas diferencias que se deberán tener en cuenta.

La tarjeta de débito hace que el importe se reduzca directamente de la cuenta bancaria del usuario, de forma que cuando no queda dinero, ya no sea válida, mientras que la de crédito permiten seguir comprando, ya que es el banco el que paga. Sin embargo, se generará una deuda que se suele liquidar a final de mes, y en caso de no haber dinero suficiente se tendrán que pagar intereses elevados. Dependiendo de la situación de cada usuario, se podrá elegir una u otra y utilizarlas para poder acceder al dinero generado cómodamente.

Será muy importante, en caso de que el estudiante se encuentre viviendo fuera de su ciudad o pueblo natal, contar con gastos imprescindibles como luz, alquiler, Internet, etc. Para poder reducirlos, una alternativa muy buena es compartir piso con otros compañeros para que la cantidad de dinero que haya que pagar a fin de mes sea mucho más baja y el ahorro sea más sencillo.

PLANIFICAR TIEMPOS

Será fundamental realizar todos los ingresos en el tiempo estipulado, de forma que no haya problemas con el casero o con el banco correspondiente, y así se evita tener que lidiar con la falta de agua, electricidad, etc. Los gastos por el transporte tampoco deben olvidarse, pues en caso de no disponer de un vehículo propio, estos pueden ser bastante altos y descolocar a los usuarios a la hora de llevar sus cuentas.

CONSEGUIR INGRESOS EXTRA

Buscar un trabajo con el que compaginar los estudios es una de las opciones que más estudiantes barajan cuando se van a vivir fuera, e incluso cuando no necesitan mudarse. A pesar de que sea difícil compaginarlo con los estudios, es una manera ideal de poder lidiar con todos los gastos y además incluso tener algo de dinero extra para poder invertir en ocio y entretenimiento.