Podremos definir como Business Intelligence o Inteligencia Empresarial a la capacidad o al conjunto de estrategias o procesos tecnológicos para convertir el conjunto de datos históricos que posee la empresa en información y esta, a su vez, en conocimiento, con el objetivo de obtener una ventaja competitiva en el mercado y apoyar la toma de decisiones dentro de la organización mejorando así su rendimiento.
Aunque este concepto no es nuevo ha ido evolucionando adaptándose a las nuevas necesidades y a los cambios tecnológicos que el mercado ha ido experimentando con los años, derivando en unos programas de Business Intelligence cada vez más sencillos y accesibles para las empresas.
Entre los beneficios de implementarlo en la empresa se dan:
- La habilidad de transformar datos en una toma de decisiones inteligente.
- Obtención de información estratégica inmediata.
- La toma de decisiones resulta sencilla, rápida y a tiempo real.
- Dicha rapidez en la toma de decisiones se deriva en una reducción de costes.
- La visualización y análisis de los datos se encuentra centralizada.
- Informes a medida con posibilidad de exportarlos en diferentes formatos.
- Cualquier persona de la organización puede acceder a los datos, mejorando así su movilidad.
- Visualización de los costes de producción reales en los que incurre la compañía.
- Crear y llevar a cabo un inventario más eficiente.
- Conocer el estado actual y pasado del negocio, permitiendo conocer los errores en los que se ha incurrido.
- Posibilidad de establecer previsiones futuras y aumentar los ingresos hasta en un 50%.
Poco a poco, cada vez más empresas españolas han ido decidiéndose por adquirir e implantar soluciones Business Intelligence, de modo que las previsiones auguran que durante este año haya un crecimiento positivo en las ventas de tecnología y productos relacionados, al encontrarse entre los propósitos de las empresas un incremento de su presupuesto en tecnologías de la información y comunicación (TIC).





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