Steve Jobs había contratado hace dos años a John Sculley, pero Jobs se estaba viendo relegado de la compañía por lo que comenzó a conspirar con los ejecutivos de Apple para hacerse con el control. John Sculley se enteró de las intenciones de Jobs, por lo que hoy ha convocado una reunión tras la cual ha recibido un gran apoyo por parte de la junta directiva.
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