Historia de Zamora

Los orígenes se remontan a la acrópolis asentada sobre este lugar estratégico para dominar el río Duero, al parecer por un pueblo hispánico prerromano denominado vacceo que se encontraba también extendido a ambos lados del Duero.

Mas tarde, ocupada ya por los romanos, le dieron el nombre de Ocellum Duri u Ocelodurum, destacando ser un importante cruce de caminos. Las invasiones germánicas hacen que pase a ser territorio visigodo de gran importancia al convertirse en el límite de los asentamientos visigodos y suevos al caer el imperio romano. En el año 569 aparece citada en las actas del Concilio de Lugo con el nombre de Semure, al igual que en algunas monedas en los años 610 y 620.  Azemur o Medina Zamorati fueron también algunas de sus denominaciones musulmanas.

Tras la batalla de Calatañazor fue conquistada, reconstruida y repoblada por Fernando I, llamándola “Zamora la bien cercada” en su testamento, quien la entrego en feudo a su hija Doña Urraca que pasaría a ser reina de la ciudad. En el año 1072 su hermano Sancho II quiso arrebatársela sin llegar a conseguirlo, muriendo entre sus muros, tras un asedio de mas de 7 meses en el que los zamoranos resistieron con valor al cerco sometido, naciendo de ahí la conocida frase “Zamora no se gano en una hora”. El asesinato del monarca es recordado por el “Portillo de la Traición”, el cual, según la tradición, fue atravesado por Bellido Dolfos, perseguido por el Cid tras cometer el crimen. Es de resaltar la curiosidad del nombre “traición” pues fue lo que permitió a la ciudad librarse del cerco y del asedio. Enrique IV la titula como “La muy noble y muy leal ciudad de Zamora”.

La denominación de Zamora como “La bien cercada” se entiende al ver la defensa de Zamora por sus tres recintos amurallados, donde el primero es el más significativo.

-El primero de ellos, conserva ciertos lienzos, algunas puertas y el Castillo.  El Castillo esta rodeado de un foso y jardines desde donde se pueden contemplar los barrios cercanos de la Vega del Duero. Siguiendo la muralla llegamos al Postigo de la Traición, y, a continuación encontramos la puerta del Mercadillo de donde se conserva muy poco de la muralla. La muralla continúa por San Martín y ronda de Santa María la Nueva, para llegar a la puerta de Zambranos, conocida también como el Arco de Doña Urraca. Sigue hacia la plaza mayor donde estaría la desaparecida Puerta Nueva de San Juan, para descender por la calle Balborraz en dirección a San Cipriano y San Ildefonso. Después de esto llegamos a las peñas de Santa Marta para llegar a Olivares.

La Catedral de Zamora, es sin duda uno de los monumentos más representativos y más visitados de la ciudad, así como de los más bellos de esa época. La construcción data del S.XII.

loretopanero
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