La elección de un perro

19/10/15, 20:18

Las investigaciones recientes hacen muy verosimil que el perro haya sido tenido como animal doméstico por primera vez hace unos 15 000 años. Ello empezó en la India con la domesticación de la raza de lobo Canis lupus pallipes. El hombre primitivo admitía y apreciaba at animal como vigilante y como advertidor de inminentes peligros, pero tam­bién como fuente de alimento.

El empleo de las capacidades del perro como cazador y como guar­dián y defensor del ganado no empezó hasta una etapa posterior. Aun­que el uso del perro por el hombre haya traído consigo muchos abusos (entre otros, la existencia de perros de tiro, que ya prácticamente no se yen en los países civilizados), se ha considerado a este animal hasta nuestros días como seguro ayudante del hombre. Aparte de su antigua actividad como guardián del ganado, el hombre emplea a este animal como perro de escolta, perro policía y sabueso y, en tiempos de guerra, como perro de ambulancia y correo. La actividad del San Bernardo es conocida prácticamente en todo el mundo.

Estas tan diversas cualidades del perro hicieron que el hombre, inme­diatamente después de haber entrado en contacto con él, decidiera la cría de razas con las cuales pudiera hacer frente a la necesidad de un tipo determinado de trabajo. Actualmente se tienen en cuenta para la cría sobre todo el carácter y tendencias del animal; también se tiene en cuenta el aspecto exterior atractivo que es importante sobre todo en los pequeños perros de compañía, tales como los llamados perros de señora.

La aparición de las muchas razas de perros en el curso de los años hizo que el hombre sintiera la necesidad de disponer todas estas razas en un sistema lógico. Aunque muchísimos países siguen utilizando su pro­pio sistema de clasificación, que se ha ido formando históricamente, se advierte ma’s unidad en el continente europeo, ya que los organismos nacionales se han unido en un cuerpo coordinador, la F.C.I. (Fe’de’ration Cynologique Internationale), a la cual se ha agregado la mayor parte de los países europeos y que tiene su sede en Thuin (Bélgica). En esta organización se hallan registrados los estándares de las razas de los perros de los países agregados. Estos estándares se establecen según normas fijas y se clasifican de acuerdo con un sistema propio que se conoce como clasificación de la F.C.I. Esta clasificación tiene la ventaja de que todos los paises agregados operan con la misma norma. America e Inglaterra tienen su propia clasificación, establecida respectivamente por el A.K.C. (American Kennel Club) y el B.K.C. (British Kennel Club). Holanda se ha agregado a la F.C.I. La clasificación de la F.C.I. tiene como principio ordenador el trabajo especifico para el cual han sido criadas estas razas. En España se utiliza una clasificación patrocinada por la Sociedad Cen­tral para el Fomento de las Razas Caninas.

Lo primero que nos debemos preguntar  es si el nivel de vida y las circunstancias de la familia permiten tener un perro. Tampoco es lo mismo adquirir un pastor aleman o un shih tzu. El tiempo  y la paciencia que se pueda dedicar al perro es importantísima, puesto que es absolutamente necesario poder darle los cuidados necesarios: ningún perro puede prescindir de ellos. Se necesita tiempo para preparar sus comidas, para darle su limpieza diaria, para sacarlo a pasear durante al menos una hora diaria, y además dejarle salir dos o tres veces al día, lo cual quiere decir salir con él y no dejarlo suelto y solo en la calle.