El acceso abierto (open access) de la producción científica es la comunicación de forma pública de los resultados de la investigación, permitiendo el acceso inmediato, sin restricciones, a través de internet, a su texto completo. Una de las vías del acceso abierto son los repositorios en los que se depositan los documentos para su consulta libre. Las entidades materializan el acceso abierto en repositorios institucionales, donde ponen a disposición de la comunidad investigadora sus documentos científicos.
El acceso abierto y la consulta de la investigación depositada en los repositorios científicos son compatibles con la propiedad intelectual, que no se cede ni se pierde. El acceso abierto favorece la lucha contra el plagio. La difusión de la documentación científica a través de los repositorios académicos incrementa el reconocimiento universal de la autoría de los trabajos, haciendo fácil rastrear cualquier uso indebido de la información contenida en los mismos. La utilización de licencias de depósito, Copyleft, GNU-FDL, Creative Commons y otras de índole similar en los repositorios de acceso abierto no significa merma alguna en el reconocimiento de los derechos de autoría que le corresponden a cada investigador y, por el contrario, favorecen la libre difusión de los resultados de la investigación.
El acceso abierto se asienta en iniciativas internacionales, a través de las cuales se acuerdan sus directrices básicas y sus especificaciones técnicas. Implica la posibilidad de consultar y copiar la documentación depositada en servidores institucionales, así como la necesidad de que los repositorios cumplan una serie de requisitos, tanto en cuanto a los sistemas empleados para la descripción de los documentos digitales, como sobre las características informáticas y de redes necesarias.
El acceso abierto convive con los tradicionales sistemas de difusión de los resultados de la investigación. Los repositorios no “publican” documentos, hacen “publica” documentación a menudo ya publicada en revistas científicas o por los canales editoriales habituales. La comunicación pública es difusión, o es publicación. Por ello, son los autores quienes pueden facilitar la comunicación pública de sus publicaciones llegando a acuerdos con los editores para que sus artículos en sus revistas o colecciones, armonizándolos con una sostenibilidad económica.
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