El Lunes de Aguas es una fiesta exclusiva de Salamanca. En la actualidad, el Lunes de Aguas se celebra en familia o en compañía de las amistades, que se reúnen para ir a merendar al campo o pasar una jornada campestre, en un clima de ociosidad, esparcimiento y diversión. Hasta hace no mucho, servía también como desahogo de los estrictos ritos de la Semana Santa, época de recogimiento y hastío. A pesar de ser una fiesta que emana del cosmopolitismo salmantino, se celebra hoy en día en toda la provincia.
La verdad es que la historia del lunes de aguas la mayor parte de los salmantinos la conoce.
Se cuenta que Salamanca era prácticamente como un burdel, las calles estaban plagadas de meretrices, a las cuales se puede decir que no les faltaba el trabajo. Pero durante la época de la cuaresma un personaje llamado Padre Putas las recogía a todas llevándolas al otro lado del río para evitar que los hombres cometieran actos carnales. Una vez finalizada la cuaresma, el primer lunes después de esta, el Padre Putas las iva a buscar para traerlas de regreso a Salamanca. El periodo de la cuaresma ya había terminado por lo tanto a los hombres ya se les permitía contratar el servicio de estas mujeres a la orilla del río.
Este suceso se relaciona con el poder volver a comer carne, el poder volver a una vida llena de vicio y lujuria ya que la cuaresma había finalizado.
Las familias los que hacían al terminar la cuaresma, era reunirse pera comer el Hornazo, una “empanada” la cual contiene varios alimentos procedentes del cerdo.
Hoy en día, no hay salmantino que no celebre esta tradición.
Cabe destacar que algún año ha coincidido que en un día como es el Lunes de Aguas en el que las familias permanecen unidas, han regresado de misiones militares, componentes del Regimiento de Ingenieros de Salamanca a la base aerea militar de matacán, pudiendo las familias recibirles con una gran ilusión y alegría ya no solamente por poder celebrar este día, sino por el hecho de poder ver otra vez a toda la familia unida.






