En Mongolia las personas transgénero se enfrentan a la violencia extrema y la discriminación, que no suelen denunciarse porque la ley no les protege. Por temor, muchas personas permanecen en el armario. El fotógrafo Álvaro Laiz pasó tres meses y medio en 2011 fotografiando personas transgénero de hombre a mujer en Mongolia para explorar las nociones de identidad en un lugar donde se les obliga a ocultar lo que son. “Ellos no pueden expresarse normalmente, excepto en ciertos lugares. Su vida se convierte en un escenario en el que está fingiendo ser otra persona. Su trabajo, sus parientes pasan a formar parte de esta actuación, y queda poco espacio para comportarse como lo harías siendo quien realmente quieres ser. Es una locura “, dijo por correo electrónico.
Las fotografías han sido expuestas en varias ocasiones y se han incluido en una presentación multimedia que puede verse a continuación:
