Algo sobre mi :)

Empezaré presentándome.

Ésta soy yo.

Ésta soy yo.

Me llamo Fátima, tengo 19 años y soy de Ávila.

Físicamente no me voy a describir puesto que nos vemos todos los días en clase y poco a poco vamos sabiendo quién es quién. Sobre mi forma de ser os diré lo más característico, creo ser bastante abierta, me gusta estar rodeada de gente y siempre tengo una sonrisa en la cara, como ya me habéis dicho algunas compañeras. También soy bastante trabajadora y muy perfeccionista, algo que no sé si calificarlo de virtud o defecto, puesto que siempre me han regañado por ir al mínimo detalle. Seguro que en poco tiempo, vosotros podréis advertir más cositas que yo no veo.

Tenía ganas de empezar esta carrera, porque siempre me han gustado los niños, pero sobre todo porque tengo buenísimos recuerdos de aquella etapa, en la que recibí enseñanza, educación, confianza, amistad, compañerismo y respeto por parte de todos los profesores y compañeros. Algunos de mis profesores son hoy buenos amigos, de Trini mi profesora de infantil recuerdo su rectitud y su cariño, también recuerdo como continuamente bebía agua y como quedaba marcada la boca de la botella de rojo, y ¿sabéis qué? un día nos llevamos un pintalabios a clase y en el recreo nos pintamos los labios con él, ¡que guapas nos veíamos! A Mari Cruz la recuerdo casi como a una madre, siempre pendiente de darnos cariño y protección, pero cuando tenía que regañarnos… no se cortaba un pelo. Don Antonio siempre sabía hacernos reír y buscar el lado positivo en los momentos tensos de la clase y de mi profesor de inglés nunca olvidaré su típica frase “Alto, claro y despaaaacio”. Haciendo memoria, me vienen anécdotas, momentos como cuando tenía cuatro años y entraron a robar en el colegio, se llevaron la televisión y el video, ¡vaya disgusto!, ¿cómo íbamos a ver las películas?, o al año siguiente cuando tuvimos que cambiar de centro durante una semana y dar clase en el laboratorio porque la caldera se quemó.

¿Me localizáis?

¿Me localizáis?

Siempre recuerdo las risas con mis compañeros y la paciencia con la que los profesores nos explicaban las dudas.

Ahora pensar que estoy en la Escuela de Magisterio, me llena de alegría pero también de miedos puesto que mis profesores dejaron el listón muy alto. Aunque otros miedos se han ido perdiendo al entrar en clase y conoceros, al coger confianza entre nosotros tan rápido y estar dispuestos todos a echarnos una mano en cualquier momento. Esto me está dando mucho ánimo y seguramente nos facilite el trabajo y la convivencia que llevaremos a cabo durante estos 4 años. ¡Gracias chicos!.

Un beso y un saludo enorme para todos.

Fátima.

Política de privacidad