El abogado humanista

30/06/19, 21:54

El buen jurista ha de ser miembro de la República de las letras, tal y como ya señaló el juez Hand en el año 1930. Y precisamente, eso trata de transmitirnos Teresa Arsuaga en su libro ‘El abogado humanista’. Su objetivo es poner de relieve la íntima relación del saber jurídico con las humanidades, lo que permite tratar algunos aspectos que son ignorados si concebimos el Derecho únicamente como una ciencia social.

 Una de las funciones principales de un abogado es la construcción de un discurso, cuya calidad podría ser mejorada si el ideal expresado en este artículo se persiguiera con mayor ahínco por parte de las Facultades de Derecho.

En mi caso, me di cuenta de la importante conexión entre el Derecho y la Literatura al analizar el texto titulado “La pérdida de la privacidad” de Umberto Eco. Fue la profesora Lina quien me indicó que debía leer esta obra para comprender mejor el problema que hemos tratado en la Clínica: los menores y el uso de internet. Estas lecturas sirven para crear potentes imágenes que ayudan a dimensionar la situación objeto de análisis. Por un lado, la literatura actúa como un despertador de conciencias que permite al estudiante darse cuenta de la magnitud del problema, y por otro, ayuda a mejorar la estructura y calidad del discurso jurídico. Este último aspecto es esencial, dado que, en muchas ocasiones, la forma toca fondo, y un contenido de calidad puede quedar deslucido si el envoltorio es defectuoso.

“El deber de las autoridades que velan por nuestra privacidad no solo es defender a aquellos que quieren ser defendidos, sino también proteger a aquellos que ya no saben defenderse”. Así resume Umberto Eco el problema al que nos enfrentamos. El derecho a la intimidad es un derecho fundamental (artículo 18 CE) que existe cuando hay una esfera íntima protegida de injerencias externas, sin embargo, nuestra generación y las siguientes están trazando unos límites cada vez más estrechos, que pueden acabar por asfixiar al individuo.

 Los menores conforman la parte más perjudicada, puesto que tal y como decía Hannah Arendt “Los niños, por naturaleza, necesitan la seguridad de un espacio recoleto para madurar sin perturbaciones”. Como se puede observar, el conocimiento de la literatura y de la realidad que nos rodea, nos permite ir un paso más allá y observar el Derecho como algo más que un conjunto de normas e instituciones.

El rigor técnico es una de las principales cualidades del abogado, y el modelo positivista de enseñanza cumple con esta función. Ahora bien, los dilemas morales también son parte de la profesión y es ahí donde el estudio del entorno, la empatía y otras habilidades, juegan un papel fundamental. Este segundo aspecto es el que la Clínica Jurídica nos ha permitido mejorar, a partir de las charlas que he dado en distintos centros e institutos. Eran los alumnos quienes hablaban de algunos supuestos y nosotros los subsumíamos en las diferentes normas jurídicas estudiadas durante estos 4 años.

 Volviendo a la obra de Umberto Eco, se puede señalar que “Una de las misiones del sabio, además de la investigación rigurosa, es también la divulgación ilustrada”. A partir de las publicaciones de artículos en el blog de la Clínica también hemos cumplido con este deber, que ha de concebirse como esencial al final del Grado y que permite entender mejor en qué consiste eso de “aprender enseñando”.

A partir de la lectura de distintas obras nos hemos podido acercar a esa República de las letras de la que hablaba Hand, y mediante las explicaciones a los más vulnerables hemos aprendido a valorar aún más la extraordinaria importancia del Derecho para la adecuada comprensión del mundo en el que vivimos. Por eso en el discurso del acto de clausura indiqué que mi paso por la clínica me había permitido no solo ser más humanista sino también más humano.

Jonathan Pérez Fernández

Línea Menores y uso de internet

Clínica Jurídica de Acción Social

Grado en Derecho

 

Las elecciones tras la aprobación del sufragio para personas con diversidad funcional: luces y sombras

3/06/19, 21:55

 blog

Ilustración 1: sordociego presidiendo por primera vez una mesa electoral en Tenerife. “La Vanguardia”

Tras la modificación de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), en sus preceptos B y C del artículo 3, mediante la cual eliminaba la restricción al voto para personas con diversidad funcional, (la teoría) hemos visto como ha afectado dicha eliminación de la restricción, en los dos procesos electorales que hemos tenido recientemente, (la práctica).

En general el balance ha sido positivo. Mas de 100.000 personas con diversidad funcional han podido ejercer su derecho de sufragio activo, y también pasivo.

Como en todo lo que comienza, como es el reconocimiento de este derecho, han surgido hechos significativos que ponen de manifiesto cierta improvisación y falta de planificación en el reconocimiento de este derecho reconocido en el artículo 29 de la Convención internacional de Naciones Unidas sobre los derechos de las personas con discapacidad (CDPD) del año 2006.

En cuanto al derecho de sufragio pasivo, han sido noticia el hecho significativo sobre la posible manipulación en algún lugar específico, como fue noticia el pueblo avilés de Gotarrendura, donde hay una clara sospecha sobre un centro para personas con discapacidad, el centro Villa Santa Teresa[1].  En este municipio, el aumento de votantes de VOX correspondería al mismo numero de votantes añadidos al censo que llegaron a la residencia, y según algún medio, las mismas monjas acompañaron a las personas a votar, pudiendo interferir en su voto.

También hemos visto el caso en el que se he hecho ser vocal de una mesa a una persona con un 90% de discapacidad[2], sin ningún tipo de apoyo y sin tener en cuenta que no contaba con capacidad para hablar ni para relacionarse. Planteaban reclamar legalizar el voto delegado para estos casos, extremo que vulneraria todos los principios básicos de la democracia, a no ser que pueda ser expresado de alguna forma o mediante el medio de apoyo necesario.

Referente al derecho de sufragio pasivo, nos encontramos con que de las trece personas con diversidad funcional que se presentaban a las elecciones municipales, ni uno ha llegado a obtener el puesto de concejal en los respectivos municipios en los que se presentaban[3]. Esto es claro que se debe a que la posición en las listas no era la optima para salir, sino solo como mero símbolo, lo cual, desde las asociaciones de personas con diversidad, no vale, ya que muchos tenían gran ilusión por salir y debido a estar mal situados en las listas no han podido lograr su objetivo. De hecho, desde algunos estudios sobre el tema, se ha llegado a plantear la defensa de una cuota obligatoria para personas con diversidad funcional de un 10%[4].

Como hemos visto, son casos puntuales y no la regla general. Pero no dejan de ser problemas derivados de la nueva modificación legal que no esta cerca de ser perfecta. El legislador español meramente se ha dedicado a suprimir la restricción al derecho de sufragio activo y pasivo, (que ya es un paso significativo), pero todo ello no sirve de nada si no viene acompañado de medidas de apoyo necesario ni de ayudas para lograr ejercer tal derecho en condiciones de igualdad con el resto de la población y cumpliendo así con el nuevo paradigma del derecho internacional y el CDPD.

Hemos logrado un gran avance en la inclusión de las personas con diversidad funcional y una notable mejora de nuestra democracia, haciéndola mas plural y representativa. Pero esto no es suficiente, hay que seguir luchando por una legislación que logre una integración y normalización de la diversidad de manera real, efectiva y en el menor tiempo posible.  Lograr un objetivo debe ser el principio de algo, no el fin. Por ello no podemos darnos por satisfechos por la retirada de la restricción al sufragio, sino que hay que luchar por la plena inclusión también en este ámbito. Tenemos cuatro años por delante hasta las próximas elecciones, cuatro años de lucha para lograr un sistema de apoyos, que garantice un pleno desarrollo del derecho de sufragio.

Alejandro Martín Sánchez

Alumnos de la Clínica Jurídica de Acción Social.

Línea de Discapacdad y Dependencia


[1] https://elpais.com/politica/2019/05/13/actualidad/1557778470_054439.htmlLa sospechosa victoria de Vox en el pueblo de Santa Teresa”. 14 de mayo de 2019. J.C. Espinosa y M. Lema. “EL PAÍS”.

[2] https://www.abc.es/espana/abci-joven-90-ciento-discapacidad-convocada-para-formar-parte-mesa-electoral-201905261518_video.html “Una joven con un 90% de discapacidad, convocada para formar parte de una mesa electoral” 27/05/2019, ABC.

[3] http://elcorreoweb.es/andalucia/ninguno-de-los-trece-candidatos-con-discapacidad-intelectual-ha-entrado-en-los-ayuntamientos-BG5484366Ninguno de los trece candidatos con discapacidad intelectual ha entrado en los ayuntamientos” 27 de mayo de 2019 “EL CORREO”

[4] file:///C:/Users/alex_/Downloads/3973-Texto%20del%20art%C3%ADculo-11755-1-10-20190327.pdf “los derechos de participación política de las personas con discapacidad”, (15 de marzo 2019), M.ª Reyes Pérez Alberdi. “Revista Jurídica de los Derechos Sociales”.

Crónica del III Fórum Nacional de Clínicas Jurídicas. III Encuentro de la Red Amazónica de Clínicas de Derechos Humanos. Universidad Federal de Pará, del 29 al 31 de mayo de 2019

1/06/19, 11:43

Este Encuentro ha supuesto una magnífica oportunidad para conocer de cerca el trabajo que las Clínicas Jurídicas hacen en Brasil. Diversidad de temáticas, de métodos y de enfoques han sido expuestos a lo largo de estos tres días, en un ambiente de sano compañerismo y de compromiso militante con los Derechos humanos.

El Encuentro se abrió con una mesa de experiencias comparadas en prácticas pedagógicas en educación clínica en la que participamos junto con la Clínica de Derecho Internacional de los Derechos Humanos y de Resolución de Conflictos de la Universidad de Stanford, California y con la Clínica Jurídica Ambiental de la Pontificia de la Universidad Católica de Perú.

Esa tarde inauguraron el nuevo espacio de la Clínica de Derechos Humanos de la Amazonia en la Universidad Federal de Pará.

Al día siguiente, comenzamos con un Workshop impartido por James Cavallaro, de la Clínica de la Universidad de Stanford sobre la elaboración de un plan de enseñanza para las Clínicas de Derechos Humanos. Fue muy interesante escuchar las reflexiones de quienes participaron en este workshop y las ideas del Pfr. Cavallaro. A su juicio, la enseñanza clínica debe ser interdisciplinar y debe extenderse a la Universidad en su conjunto, de manera que la Universidad debería abanderar la defensa de casos en los que los Derechos humanos estén implicados, dando cabida a todos aquellos estudiantes de todas aquellas disciplinas que fuera necesario para aportar una respuesta completa al caso.

La mesa de redonda de por la tarde estuvo dedicada a las prácticas de enseñanza clínica de distintas Clínicas Jurídicas de Brasil. Participaron Camila Silva Nicácio, de la Clínica de Direitos Humanos da Universidades Federal de Minas Gerais, Silvia Loureiro, de la Clínica de Direitos Humanos e Direito Ambiental da Universidade do Estado de Amazonas, Taysa Schiocchet, de la Cínica de Direitos Humanos da Universidade Federal do Paraná y Eloisa Machado, de la Clínica deLitigância Estratégica em Direitos Humanos da Fundaçao Getúlio Vargas, Sao Paulo.

Esta mesa fue especialmente útil para apreciar la importancia que estas Clínicas otorgan al método, esto es, la madurez que se aprecia en ellas a la hora de abordar de forma correcta el análisis de los casos: cómo los eligen, cómo seleccionan a los estudiantes, cómo se estructura su trabajo, el tiempo del que disponen para abordarlo, etc.

El último día estuvo dedicado a la exposición de comunicaciones, muchas y muy variadas. Se expusieron casos de Clínicas que trabajan con temas de feminicidio, con la maternidad adolescente, con refugiados venezolanos, etc. Y por la tarde Denison Aguiar, de la Clínica de Mecanismos de Soluçoes de Conflitos da Universidade do Estado do Amazonas, expuso un seminario sobre la mediación y el arbitraje en temas medioambientales.

Finalmente, hubo una reunión donde se acordó la agenda del próximo Encuentro que será en Sao Paulo.

En esta reunión, de la que da fe la foto final, di las gracias por la generosidad y hospitalidad de la Universidad Federal de Pará, pero en especial de la Pfra. Cristina Terezo, coordinadora de este encuentro. Y tras todas las experiencias vividas y los relatos de los que hemos sido partícipe, no me cabe duda de que las Clínicas jurídicas en Brasil son un auténtico pulmón por el que respiran los Derechos Humanos en este país. Son un verdadero oasis en medio del desierto. Hasta siempre, Brasil. Muito obrigada.

Antonia Durán Ayago

Profesora Titular de Derecho Internacional Privado.

Miembro de la Clínica Jurídica de Acción Social

Universidad de Salamanca

61962631_1274685829363128_2618944231011516416_n