La apuesta más insegura

20/05/19, 13:59

“¡Entra, entra, entra; mira, mira, mira; piensa, piensa, piensa; apuesta, apuesta, apuesta!”

A cualquiera le puede sonar este anuncio, que constantemente nos introducen en los espacios publicitarios a cualquier hora. Ahora bien, ¿dónde están los límites de las casas de apuestas? ¿Quién controla qué tipo de población ve estos anuncios? Es un fenómeno de reciente entrada; fue en 2011 cuando por vez primera se decidió autorizar el juego online y con ello fueron aumentando progresivamente las casas de apuestas y su promoción en diversos medios tanto audiovisuales como físicos.

Las casas de juego tanto presenciales como de manera virtual son un arma peligrosa que crea numerosos problemas especialmente a aquellos que no saben controlarse, y que puede llegar a convertirse en una enfermedad. Como bien dice el refranero español, “quien hizo la ley, hizo la trampa”, y a pesar de que no se permite el acceso o juego a menores de 18 años la practica en la realidad es muy distinta. Los menores crean perfiles falsos a través de la red, y juegan y apuestan a pesar de su ilegalidad. Incluso en establecimientos físicos a veces existe una falta de control que permite que los jóvenes entren sin restricción.

La juventud, y en especial los menores de edad, son los más vulnerables a este tipo de situaciones, generando igualmente un gran riesgo la no regulación de este sector. A pesar de la normativa sobre la protección de datos y sobre protección del menor, cada vez son más los menores que deciden entrar en estos alojamientos o sitios web y que acaban padeciendo algún tipo de adicción. En sus inicios los datos reflejaban que un 3,8% de los menores eran adictos al juego, pero en la actualidad la cifra ha llegado hasta el 16% de los mismos, es decir, en poco tiempo se ha incrementado cuatro veces más.

Actualmente este tema comienza a convertirse en un grave problema social, que afecta especialmente a los menores, ya que no encuentran casi ningún límite real para poder desarrollar esta actividad. No significa que todo el que entre en un sitio de apuestas llegue a ser adicto, pero sí que aumenta su riesgo notablemente, lo que se permite por la falta de regularización y barreras. Con el aumento tanto de anuncios como de empresas y locales de este tipo se incrementa la necesidad de imponer barreras o límites a la práctica de estos negocios para que este riesgo no se convierta finalmente en un problema.

Para minimizar el impacto de los riesgos sufridos por los menores es necesario incidir directamente en la reducción de los factores de peligrosidad. Las casas de apuestas on line cuentan con el escenario perfecto para atraer a la población, sus principales atractivos son la posibilidad de ganar dinero rápido y de forma fácil, la poca inversión inicial que se necesita para jugar o el anonimato que proporciona internet, y siempre que en el mejor de los casos no se traten de estafas.

La protección de los colectivos más vulnerables, y especialmente de nuestros menores, debe estar orientada a la disminución de dichos factores de peligrosidad y para ello resulta fundamental la elaboración de una legislación efectiva y por otro lado el ambiente que rodee al menor cuente con los conocimientos necesarios para protegerlo. En España, la legislación ha ido adecuándose a las nuevas exigencias, pero la realidad es que los textos legislativos vigentes resultan insuficientes para abordar la problemática existente.

La irrupción de Internet y las nuevas tecnologías cambiaron el modelo tradicional de los conocidos juegos de azar, ante esta nueva situación surge la Ley 13/2011, de 27 de mayo, de regulación del juego entre cuyos objetivos se encuentra proteger los derechos de los menores. Para ello, entre otras medidas, se cuenta con un procedimiento de certificación de seguridad ofrecido por la Dirección General de Ordenación del Juego que consiste básicamente en la inspección del registro de los usuarios que entren estén obligados a registrarse previamente y en que la información depositada será cotejada con la que proporciona la Dirección General de la Policía buscando garantizar así la restricción de acceso a menores.

Otro aspecto de especial sensibilidad es el modo de captación de menores, por lo que debe protegerse la publicidad a la que estos accedan, y, tal y como indican los Códigos de Conducta Publicitaria, debe limitarse este tipo de publicidad fuera de los horarios estipulados.

Los padres y tutores de los menores también deben asegurarse de que navegar en Internet en un espacio seguro, y saber que existen páginas como jugarbien.es, que es una plataforma del Ministerio de Hacienda que ofrece recomendaciones. Los partidos políticos plantean distintas propuestas sobre la regulación de las casas de apuestas on line, la mayoría de ellos opta por acotar el crecimiento de la industria pasando desde las propuestas más exigentes como la de Podemos que apuesta por la prohibición total a la del resto de partidos que optan por medidas menos restrictivas.

En definitiva, los avances tecnológicos continúan creando nuevos retos legislativos que por el bien de los menores y de todos los ciudadanos los poderes públicos deberían ir resolviendo de la manera más adecuada posible, sin esperar a que los peligros que empiezan sigan incrementándose y afectando a un número cada vez mayor de los usuarios del juego y las apuestas.

LAURA NORIEGA VALLE  & MARIA TRINIDAD PINTADO

Alumnas de la Clínica Jurídica de Acción Social

Grado en Ciencia Política y Adminsitración Pública