La influencia de la pornografía en el desarrollo sexual de los menores

24/04/19, 18:57

Partiremos de que, primero, los menores están expuestos a pornografía, y, segundo, que esto repercute de alguna manera en su conducta. ¿A qué se debe esta exposición? ¿Cómo influye en su desarrollo sexual y en su comportamiento?

Con respecto a la primera pregunta, no podemos obviar el impacto de las nuevas tecnologías en la sociedad, particularmente de Internet, que, si bien ha creado un nuevo escenario de riesgos y peligros, también lo ha hecho de oportunidades. Dentro de esta concepción, en concreto en lo que se refiere a Internet como un nuevo espacio social y de aprendizaje, los nativos digitales pueden encontrar gran cantidad de material al que amoldarse.

Pero no siempre son los menores los que buscan. El trabajo de Eu Kids Online “Riesgos y oportunidades en internet y uso de dispositivos móviles entre menores españoles” (2010 y 2015), muestra que la mayoría de niños y adolescentes han visto este tipo de imágenes de manera accidental (publicidad y pop-ups de Internet, TV y películas) frente a un número inferior que manifiesta un acceso deliberado. A nivel nacional, la plataforma “Dale una vuelta” pretende ofrecer a la sociedad información clara y contrastada sobre la influencia de la pornografía en la vida sexual tanto de niños como de adultos. En sus investigaciones (fundamentalmente basadas en revisión bibliográfica) exponen que la media de edad de inicio en el consumo de pornografía son los 11 años, y 1 de cada 10 personas que ven pornografía tienen menos de 10 años.

Otro estudio más exhaustivo es el de la Universidad de Middlesex (Inglaterra), “A Rapid Evidence Assessment on the Effects that Access and Exposure to Pornography has on Children and Young People”, realizado en 2013, en el que se describe una correlación entre la exposición a imágenes pornográficas y el comportamiento de los niños. Al hilo de lo anterior, el estudio saca las siguientes conclusiones respecto a la exposición o acceso de pornografía por parte de menores: (1) la existencia de una proporción representativa de menores, (2) tanto dentro como fuera de internet, (3) su aumento con la edad, (4) la exposición es más frecuente que el acceso deliberado, (5) hay diferencias de género en la exposición y el acceso, y lo más importante en este punto: (6) afecta a los niños y a las creencias sexuales de los jóvenes, y (7) se vincula a la participación en “conductas de riesgo” (esto es, ciberacoso, bullying, sexting secundario e incluso abusos y agresiones sexuales protagonizadas por jóvenes).

Marc Ruiz, director del Máster de Psicología Infanto-Juvenil de la Asociación Española de Psicología Cognitivo Conductual en Euskadi, reflexiona en Mi masculinidad la mide mi manada, de qué manera influye la pornografía en la comisión de agresiones sexuales múltiples, y denuncia que “la pornografía se ha convertido en el elemento más influyente de la educación sexual en edades muy tempranas. La población infanto-juvenil adquiere esta imagen distorsionada de las relaciones sexuales, y lo que se desea son prácticas sexuales violentas no consentidas”.

Distinta investigación y misma conclusión, por Alejandro Villena, psicólogo experto en sexología que, además, señala la búsqueda del vídeo de “la manada” es el más buscado en uno de los portales pornográficos más grandes de la red. Un dato, cuanto menos, inquietante. Se refiere también a una revisión de 22 estudios de 7 países diferentes, A Meta-Analysis of Pornography Consumption and Actual Acts of Sexual Aggression in General Population Studies (Paul J. Wright, Robert S. Tokunaga & Ashley Kraus, 2015), cuya conclusión relaciona un consumo elevado de pornografía de contenido agresivo con el aumento de prácticas agresivas, y un consumo elevado de pornografía con prácticas sexuales de riesgo entre adolescentes. Pues si bien no existen estudios empíricos que muestren una relación causal entre el consumo de pornografía y ser agresor sexual, sí los hay que indican una correlación entre ambos; no obstante, para llegar a entender este tipo de situaciones tan complejas, se deben considerar variables biológicas, de la personalidad, ambientales, el desarrollo de sus emociones y el apego, situaciones de trauma o abuso previo, etc.

No podemos obviar la imagen distorsionada sobre las relaciones sexuales que se ofrece en la pornografía, es, en su mayoría, violenta y denigrante para la mujer, que contribuye a su cosificación, y, en último término, a perpetuar la llamada “cultura de la violación”. Sobre ello (en concreto, masculinidad hegemónica y pornografía), el grupo Geoviolencia Sexual publica el análisis de Mónica Alario Gavilán, investigadora de la URJC, con el apoyo del Ministerio de Educación. En este análisis, trata de demostrar cómo la deshumanización de la figura femenina en la pornografía puede llevar, en último término, a la violencia sexual, criticando especialmente la falta de una educación afectivo-sexual.

Un primer modelo de prevención primaria es esencial. La sociedad en su conjunto debe poner en manifiesto rechazo este tipo de imágenes que se ofrecen no solo en la pornografía sino también en la publicidad, películas, videojuegos, etc., así como la denuncia de prácticas y situaciones, especialmente las violentas, que promuevan desigualdad entre hombres y mujeres.

Los menores serán objeto de prevención secundaria, así como sus responsables, que, bien por despreocupación, bien por desconocimiento, pueden incurrir en una falta de control o vigilancia y se éstos se adentren en la red sin filtro. De hecho, esta falta de educación sexual, afecto e inteligencia emocional, afecta tanto a padres como hijos, pues el sexo se presenta hoy en día como un tema tabú. Una formación mínima puede permitir interiorizar y transmitir valores a sus hijos, de cara a naturalizar el sexo, orientándoles y corrigiendo esa imagen sesgada que ofrece la pornografía. Además, conviene recordar la asignatura pendiente de educación sexual afectiva, dado que es necesario completar esta formación en las aulas.

Mónica Rodríguez Lara  & María Pecharromán Martín

Alumnas de la Línea de Menores y uso de Internet de la  

Clínica Jurídica de Acción Social

Grado en Criminología

 

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