Salamanca barroca
La colaboración iniciada el pasado año entre el Centro Nacional de Difusión Musical y la Universidad de Salamanca, a través de su Academia de Música Antigua, se fortalece con esta segunda edición del proyecto Salamanca Barroca. Una propuesta cuya seña de identidad es contemplar el mundo de las músicas del XVII y XVIII de modo global, incidiendo en tres ámbitos que han de relacionarse. Por una parte, la recuperación «sonora» de patrimonio musical, una recuperación a la que forzosamente precede un trabajo de carácter musicológico que incluye el análisis y edición filológica de los textos musicales, la determinación de contextos y prácticas interpretativas o la inserción de la música en un marco teórico/práctico específico. Por otra, la formación de jóvenes músicos en los distintos ámbitos de la interpretación «historicista», partiendo de las técnicas, escuelas instrumentales y tratados coetáneos a las obras y profundizando en la búsqueda de la elocuencia; una formación que no será completa si no lleva a su inserción y práctica en formaciones orquestales, de cámara, vocales, etc. Y finalmente la difusión y programación de estos repertorios, ámbito que hunde algunas de sus raíces en los dos anteriores.
Como punta del iceberg de este programa global emerge un ciclo de diez conciertos en los que se funde la recuperación de obras «olvidadas» –en esta edición fundamentalmente ibéricas e italianas– con la presencia de repertorio más conocido y transitado, en un diálogo que arroja nuevas luces sobre uno y otras. Juan Hidalgo y Carl Philipp Emanuel Bach (de cuyos nacimientos seguimos celebrando el cuarto y tercer centenario respectivamente) centran cada uno de ellos un concierto. Otros se convierten en felices encuentros de José de Nebra con Antonio Vivaldi, de Alessandro Scarlatti con Juan Antonio Aragüés o de Giovanni Felice Sances con Antonio Literes. Se proponen viajes de Madrid a Roma, de Nápoles a Salamanca, de Zaragoza a Viena… Incluso se nos invita a un auténtico «grand tour» en torno a los estilos nacionales y su fusión.
El ciclo reúne a varios de los nombres principales del panorama europeo e iberoamericano de la llamada «música antigua»: Carlos Mena, María Espada, Manfredo Kraemer, Christophe Coin, Dimitry Sinkovsky, Alfredo Bernardini, Marta Infante, Pedro Gandía, Itziar Atutxa, etc. Grupos de amplia y internacionalmente reconocida trayectoria como la Academia del Piacere, la Orquesta Barroca de Sevilla, The Rare Fruits Council o la Capilla de Santa María, acompañan a las formaciones salmantinas (Orquesta barroca, Consort de violas da gamba y Academia de Música Antigua), en las que los componentes formativos son cuestión medular.
El ciclo ofrece además dos propuestas singulares. Por un lado el concierto extraordinario de la gira de despedida The Hilliard Ensemble, en el que, en un ámbito acústico peculiar como es la capilla del Colegio Arzobispo Fonseca, se sugiere un encuentro entre compositores tan lejanos, y a la vez tan próximos, como Perotin y Arvo Pärt o como John Plummer y Vache Sharafyan. En definitiva otro diálogo que transgrede en esta ocasión marcos temporales.
Por su parte, la singularidad del concierto de Christian Zacharias no reside en el repertorio sino en el instrumento. La presencia del moderno piano en un ciclo historicista tiene, en este caso, una extemporaneidad plenamente justificada. Superadas desde hace años polémicas a veces cargadas de fundamentalismos (recordemos las lúcidas reflexiones de Taruskin), se ofrece al público la posibilidad de escuchar una de las más sutiles, sugerentes e “históricamente informadas” propuestas interpretativas de la música para tecla de Domenico Scarlatti, Antonio Soler y Johann Sebastian Bach. Una interpretación que será expuesta también en un ámbito más académico, pues el extraordinario pianista y director ofrecerá al día siguiente de su concierto una clase magistral en la que, sin duda, se suscitará el tema del diálogo entre cémbalo y piano.
Precisamente esta es otra de las líneas de actuación de Salamanca barroca: fomentar y facilitar la presencia de los intérpretes participantes en el ciclo de conciertos en el plan formativo que, desde hace ya casi un cuarto de siglo, se mantiene en la Universidad de Salamanca en relación con la música antigua. Una plan que se articula a través de un programa de cursos, clases magistrales y seminarios centrados fundamentalmente en aspectos de prácticas interpretativas históricas. Un trabajo que, sujeto al presente, tiene su mirada puesta en el futuro.
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