Durante estos días, para otros mortales, días de fiesta y carnaval, hemos probado una técnica, un modelo pedagógico muchas veces confundido con una metodología: “aula invertida” o “flipped clasroom”.
Lo mejor para aprender son las vivencias, y cómo no, para ver si encaja con nuestra idea, nuestra identidad de profesor, debemos haber tenido una experiencia previa de ello, no sólo como profesores, sino también como alumnos. Para ello, se ha dividido el trabajo en diversas sesiones.
1) Sesión: nosotros como alumnos.El fin de semana hemos recibido un correo con unas instrucciones sobre cómo accede a una plataforma online educativa, Edpuzzle, y unirnos a una clase flippeada para que viviéramos al menos esa experiencia como alumnos. Los vídeos hablaban a su vez de dicho modelo pedagógico.
En cuanto a apuntes que me gustaría resaltar de estos vídeos, tomé unas notas similares a estas:
(esquema elaboración propia)
(Bloommarzano y añadidos propios)
(elaboración propia)
Puedo decir que los vídeos fueron útiles, ya que, a pesar en que en varias ocasiones se nos había hablado de este modelo pedagógico, un poco el funcionamiento, no conocíamos las implicaciones con profundidad, tan sólo que era constructivista y facilitaba el aprendizaje activo. Hemos podido descubrir que de esta manera el alumno/a realiza tareas con un nivel de cognisción menor en su casa (al revés que con el modelo tradicional) y las de orden superior, más complejas, se realizan en clase con ayuda del profesor. Todo este modelo implica trabajar con herramientas multimedia, ordenadores y pantalla, que en cierta manera al trabajar con auténticos nativos digitales, ayuda a captar su atención. Como extra, es un medio excepcional para particularizar la enseñanza que se da a cada uno de los alumnos.
En este modelo parecen todo ventajas, pero en realidad hay que tener en cuenta que puede aumentar la diferencia entre alumnos con una posición más acomodada y los que no (sobre todo en áreas donde no dispongan de biblioteca con acceso a Internet). Puede ser improductivo: partimos de idea de que los alumnos van a participar pero puede que no sea así en todos los casos. Tampoco es recomendable que los alumnos pasen toda la tarde pegados a la pantalla, para lo cual propongo una Flipped Classroom más convencional: en la era de lo no tecnológico, también nos mandaban un texto para casa, del cuál debíamos responder preguntas y lo trabajábamos en clase al día siguiente; puede ser que nos estemos dejando cegar por la bellísima estética de vídeos, la comodidad de que nos hablen sin más y estamos dejando de lado recursos más básicos, que posiblemente sean menos atractivos al estudiante, pero que en cualquier caso, si se va a evaluar como deberes puede pedirse leer un texto corto (una cara, dos con dibujos).
2) Sesión: nosotros como profesores
Después de revisar los contenidos vistos en vídeos, pasamos a aprender el manejo de la plataforma de Edpuzzle. Esta página permite que puedas modificar vídeos previamente hechos, lo que ahorra al profesorado gran cantidad de trabajo. También descubrimos que no siempre es necesario tener un vídeo editado como un profesional, a veces lo más simple, una pizarra y una tiza mientras se explica suplen gráficos animados, maquetación de lujo o simplemente montajes de imagen y voz por separado (para los cuales, personalmente, no me siento demasiado preparada). De esta parte me llevo más la angustiosa necesidad de conocer más sobre edición de vídeos y ponerme a explorar el cómo hacerlos. A todo ello se une que parte de los recursos que tengo puestos en la página de contenidos y recursos, deben ser manejados en algún momento, aunque sea de prueba.
Como reflexión personal puedo decir que es una metodología que sí utilizaría por el hecho de que me parece atractiva y que ahorra cosas de explicar que los alumnos pueden entender fácilmente en casa. Por ejemplo, en química siempre hay temas de industria y sociedad así que ¿por qué no currarme un story board y grabar un draw my life con ese tema, editarlo a cámara rápida y dejar que los alumnos tomen nota en casa? Se me ocurre que podría hacerlo con una semana de antelación y que deben ir informándose un poco más con un cuestionario adjunto; de esa manera podría organizar un debate en clase que sería más productivo que escuchar a una persona “pegando el rollo” de siempre.
También debo decir que es un modelo que usaría en ocasiones puntuales. Creo que el alumno tiene que saber enfrentarse a dificultades que plantea el modelo clásico de explicación y trabajo individual en casa. El Flipped Classroom trabaja muchas competencias, y facilita el estudio pero es que estoy convencida de que es necesario enfrentar al alumno a frustraciones pequeñas para que el día de mañana no se ahogue en un vaso de agua. Por ello, de forma totalmente personal, elegiría y cuidaría muchísimo en qué momentos aplicarlo de cara a la especialidad de Física y Química.
No puedo profundizar más allá en extrapolar unos resultados a una clase impartida de esta forma, pero espero poder hacerlo pronto, y por supuesto, me gustaría poder decir que he encontrado el punto de equilibrio exacto donde utilizarlo.
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