Que el PSOE está pasando, desde hace años ya, por horas bajas, esto no se le escapa a nadie. Que los denominados barones (y baronesa) no sepan qué hacer para decapitar al secretario general, a la sazón apoyado por ellos hace no tanto después de que la militancia lo eligiera, tampoco. Lo que de verdad asombra es que todo este revuelo se deba en primera instancia a la decisión, muy legítima, coherente y a mi juicio responsable de Pedro Sánchez de no posibilitar un gobierno del PP, ni por activa (con voto a favor, lo que sería un suicidio en toda regla) ni por pasiva (con una abstención que dadas las circunstancias tampoco se entendería). Nunca me ha gustado Sánchez; me parece que no tiene fondo suficiente para aupar de las cenizas a un partido que necesita regenerarse y dotarse a sí mismo de unos bríos que perdió hace tiempo, pero le reconozco que en estas circunstancias no sólo es módelico mantener la negativa a un gobierno popular, sino que lo coherente es que lo intente con otras fuerzas, esta vez de mejor manera que en la vez pasada. No sé si la vez anterior realmente estuvo condicionado a la hora de mirar primero a Ciudadanos por los líderes regionales de su partido. Pero le faltó coherencia y arrojo. Asusta oír a Susana Díaz, o a Guillermo Fernández Vara o a García-Page. Su no a Pedro Sánchez parece esconcer un tímido sí al PP, y miren, para eso no les han votado, créanme.
De seguir con estas guerras intestinas sin que aflore una crítica que vaya más allá de la persona y que no reclame un proyecto de izquierdas que el PSOE hace bastante tiempo que perdió, estaremos asistiendo a la descomposición de un partido con más de cien años de historia, vital para entender la democracia española, que por el camino se ha ido dejando lo de socialista y obrero. Y claro, hay quienes sin hacer nada para merecerlo, apoyados por el marketing y por las corrientes tectónicas de quienes buscan sin encontar refugio político, se ven por carambola recompensados. Pero este amparo será volátil, porque Podemos no es más que un experimento de politógolos que han abusado de la buena fe de los huérfanos políticos de izquierda. Son pura falacia. Por eso, es preciso que cuanto antes comience a tejerse en el PSOE una regeneración real, con líderes sólidos. Ni Sánchez ni Díaz lo son.

Hace ya algunos años (más de ocho), mi querido amigo y compañero Javier Carrascosa, me pidió que colaborara con Accursio en la actualización mensual de la jurisprudencia que el TJUE iba gestando sobre los sucesivos Reglamentos que se han ido elaborando y que abordan distintas materias del Derecho internacional privado. Ahora, después de que haya puesto en marcha una nueva e interesante iniciativa denominada KODEX, la labor de actualización que llevábamos a cabo perdía sentido en ese contexto.
Sin embargo, de común acuerdo con él, decidimos que iba a seguir adelante con esa labor pero ahora publicada en otro contexto, en mi blog personal. Así, continuaré publicando mensualmente las actualizaciones de jurisprudencia del TJUE en http://diarium.usal.es/aduran/jurisprudencia-del-tjue-europeizacion-del-derecho-internacional-privado/. Espero que os sea útil.

Se acaba de publicar un nuevo número (XVI) del Anuario español de Derecho internacional privado. En él publico mi artículo “Aspectos internacionales de la reforma del sistema de protección de menores. Especial referencia a la adopción internacional” (AEDIPR 2016 3 VARIA A. DURÁN AYAGO). Espero que sea de vuestro interés.
Se puede visualizar el contenido completo de este número en https://aedipr.com/sumarios/tomo-xvi-2016/

Ayer comenzamos un nuevo curso en la Universidad de Salamanca. La clase estaba llena. Recordé a la primera promoción de Grado, que terminó hace ahora dos cursos, y pensé en voz alta que ojalá se repitiera aquella experiencia, con un grupo que venían a clase 42 de los 46 matriculados, que leían la jurisprudencia y los materiales antes de venir a clase, que trabajaba a conciencia. Me acordé de Linda, de Pedro, de Pamela, de Raquel y de tantos otros que me demostraron que la sinergia puede mover montañas e ir más allá de donde normalmente se llega. Puede, ojalá, que este curso esa experiencia se repita. Al terminar la clase un alumno se acercó para decirme que quería dedicarse al Derecho Internacional Privado, que había estado en Lovaina y que algunos conocimientos ya tenía y que quería tener todas las referencias para prepararse a conciencia la asignatura. Eso ha hecho que comience el curso con buen pie. A ver qué tal se nos da a todos/as.